Texas Blues
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Puro blues.
De ese que te hace agitar la cabeza, marcar el ritmo con la punta de los pies, y destila feeling a toneladas. De ese que te transporta al instante a clubes nocturnos, del que se disfruta con una copa en la mano, de ese que te obliga a clavar la mirada en el escenario, hipnotizado por la voz y la presencia de la cantante que hay cantando desde las mismas entrañas sobre el escenario arropada por una banda que se funde en un sonido celestial. De ese que te hace sentir de maravilla cuando aún no llevas ni un minuto de canción. Así, ni más ni menos, es como suena Trudy Lynn.
Blues de pura cepa sin efectos especiales ni fuegos artificiales.
¡Lo que escuchas es lo que hay, y lo que hay está genial !
Nacida y criada en las calles de Houston, tuvo contactos muy temprano con la música blues ya que su madre regentaba una tienda de ropa justo al lado del Club Matinee de la capital de Texas. Aún estaba en el instituto cuando una noche de concierto el mismísimo Albert Collins la invitó a subir a cantar “Night time is the right time”, y desde ese momento, la señorita Lee Audrey Nelms (su nombre real), decidió que aquello era a la que quería dedicar el resto de su vida. El resto ya forma parte de la historia del blues, historia que a la que lleva aportando su voz desgarrada, sintiente y doliente durante más de medio siglo de carrera.
Después de aquella noche cantó en algunas bandas locales hasta que ingresa en la banda de otro de los grandes guitarristas tejanos de la historia del blues, Clarence Green, banda con la que permanece durante cinco años. Sin embargo, no fue hasta 1989 cuando, ya curtida en la carretera al servicio de los grandes maestros, graba su primer disco en solitario Trudy sings the blues. Desde entonces, la que con el paso de los años se ha ganado por méritos propios el título de Houston First Lady of Soul, se ha movido como pez en el agua a través del amplio espectro que va del soul con vocación de sonido mainstream al blues más clásico y añejo, sin perder ni un ápice de autenticidad por el camino. Y a lo largo del camino, ha ido ofreciendo los obligatorios tributos a los grandes del genero a la vez que ofreciendo un cancionero muy a tener en cuenta, unas canciones que, como ella misma cuenta, tratan de “hombre malos y de pasar buenos ratos”.
Es en 2013 cuando tiene lugar un nuevo punto de inflexión en su carrera: decidida a dar un giro de timón y regresar a sus raíces en el blues y rythm & blues ficha por el sello Connor Ray Music y cuenta con la presencia del maestro de la armónica Steve Krase para su álbum en su directo Royal Oaks Café Blues. La decisión no puede ser más acertada, pues el álbum obtiene una excelente acogida tanto de crítica como de público. La asociación se sigue manteniendo, a lo largo de tres álbumes hasta el día de hoy, dándose la paradoja de que cuando la mayoría de sus contemporáneos ya no tienen nada interesante que ofrecer y ya están pensando en la retirada, Trudy Lynn está facturando los que muy posiblemente sean sus mejores álbumes en décadas. Una diva en estado de gracia.